Nueva Dirección del Centro Budista de Mérida - leer más

Declaración sobre racismo por los directores de centros Triratna de las Americas

Viveka la ex director del centro budista de San Fransisco Los recientes asesinatos de personas negras a manos de policias en los Estados Unidos han dado lugar a un esfuerzo mundial para crear conciencia sobre la historia de la opresión negra y desafiar las actuales condiciones opresivas y a menudo peligrosas que enfrentan las comunidades negras. Las vidas de las personas negras importan. La Comunidad Budista Triratna en las Américas se dedica a superar el odio y la opresión que enfrentan las comunidades negras, indígenas y de personas de color, en nuestras Sanghas, en nuestros pueblos y ciudades en todo el mundo.

Los que escribimos este manifiesto somos directores de los Centros Triratna de la región que abarca desde Canadá hasta América del Sur. Nuestros centros se encuentran en regiones con muchas diferencias en cultura, idioma, economía y raza, entre otros. Estamos unidos por nuestro amor a la enseñanza del Buda y las comunidades que hemos formado basadas en el espíritu de esa enseñanza. En el núcleo de la enseñanza del Buda está la comprensión de que la avaricia, el odio y la ignorancia son los venenos fundamentales del sufrimiento humano. Nuestra práctica como budistas es socavar estos venenos tanto en nuestros propios corazones como en el mundo, y dar expresión a ese trabajo en las comunidades en las que vivimos.

Ofrecemos una mano amiga y solidaria sobre la base de la bondad amorosa a personas de todas las razas y culturas. Nos comprometemos a escuchar atentamente la experiencia de todos los grupos e individuos que han experimentado prejuicios y opresión, y a educarnos para comprender mejor su contexto y los obstáculos en su camino. Estamos comprometidos a respetar y defender la dignidad y la agencia de todos los pueblos y a promover su florecimiento sobre la base de los principios de bondad y compasión.

Reconocemos que en ocasiones no entendemos completamente la experiencia de cada grupo de personas y que por ello podemos expresar prejuicios. Sin embargo, estamos comprometidos con el aprendizaje y, de esta forma, comprometidos a expandir nuestra empatía y nuestra visión de la comunión humana.

A la par que reflexionamos sobre las injusticias raciales y sociales del mundo, también observamos los efectos del racismo en nuestras propias comunidades budistas. La conciencia es revolucionaria. Si bien tenemos Centros en las principales ciudades metropolitanas, estos no reflejan en su totalidad a las poblaciones en las que se encuentran. A partir de esto, reconocemos la necesidad de un enfoque más proactivo para crear comunidades que acogan a todos por igual. Trabajaremos para aprovechar estas iniciativas.

El budismo es un camino de acción basado en la conciencia y la no violencia. Nos solidarizamos con todos aquellos que activamente nos sensibilizan sobre las acciones dañinas, la indiferencia o cualquier condicionamiento que respalde las raíces sociales de la opresión. Estamos comprometidos a encontrar formas efectivas y compasivas para desarraigar estas tendencias en nosotros mismos, nuestras comunidades y en la sociedad.

Firmado

Bodhikamala, Danadasa, Dayavasini, Dharmasuri, Dhivajri, Manidha, Manjubodhi, Manjupriya, Nagapriya, Padmatara, Prasadachitta, Samayasri, Satyada, Silaraja, Suddhayu, Sunada, Taraprabha, Upakarin, Vajranata, Vimalasara